El verano va llegando a su fin, sin darme cuenta nos hemos plantado en agosto. Recapitulemos: tenemos proveedor, nombre, logo, identidad visual, suelas, ilusión, de esto de lo que más, se va haciendo más grande con cada paso hacia delante. ¿Qué falta? Mejor dicho, ¿qué no?
Han llegado las planchas que servirán de molde para hacer las suelas, la técnica se llama vulcanizado (sí, también sonaba a chino para mí). El caso es que son unos moldes de acero en los que se vierte una mezcla de caucho y azufre, que hará la suela mucho más resistente. En definitiva, podemos quitar la suela de asuntos pendientes.
Comienzo a ver muestrarios de tela, ¿de verdad existen tantos colores? Tengo claro que la colección One serán seis, todos ellos colores básicos, que nos definirán, sin salir de lo clásico, ¡ya tendremos tiempo de innovar!
Llega en mensajero, trae el primer prototipo de la historia de Fooga. Mil cambios que hacer, pero, ¡ya está en mis manos!
Next step, ¿cómo recibiréis vuestras Fooga? La caja, ¿negra, craft, las dos? La bolsa, en loneta, para que os llevéis vuestra Fooga de viaje y unas pegatinas, de esas que te gustan tanto que te da pena pegar en algún sitio y luego no poder cambiarlas. Ah, ¡otra cosa más! Dos pares de cordones, al final a todos nos gusta poder personalizar nuestras prendas.
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Fooga comienza a ser real. Fooga nace como una marca joven, urbana y democrática. Queremos llegar a todo el mundo y una web es la herramienta imprescindible para lograrlo, con sus redes claro, ¿cómo si no vamos a contaros lo que hacemos y escuchar lo queréis?
Cojo el teléfono y marco el número de Larry otra vez.