Cuando escribimos nuestro último post antes del verano, colgamos el cartel de “cerrado por vacaciones”, pero solo nos referíamos al blog. En lo que al resto de aspectos que rodean a la marca se refiere, no paramos ni un segundo. Pedidos, sesiones de fotos, actualización de RRSS y, como no podía ser menos, el diseño de la nueva colección.
En pleno agosto nos vimos rodeados de muestrarios de telas, cada cual más invernal, colores otoñales y mil pantallazos de inspiración que habíamos recopilando en los últimos meses.
Después de dar muchas vueltas a las posibles combinaciones, decidimos que esta colección tenía que ser muy sencilla, con colores ponibles y en piel, para combatir las bajas temperaturas.
Aunque nos hubiese encantado producir un monton de colores, era necesario elegir y finalmente nos decantamos por tonos de la naturaleza, combinables y siempre tendencia.
Pero los colores no eran la única decisión que tuvimos que tomar, había ciertos cambios que queríamos hacer en el patrón de la zapatilla, casi imperceptibles, pero que una vez visto el resultado, nos parecen todo un acierto.
Colores elegidos, cambios indicados, llegó la hora de mandar las fichas al fabricante. ¿Y las muestras? No llegamos a tiempo, es necesario comenzar a producir, ¡Nos tiramos a la piscina!
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El resultado Bosque, Tierra y Lava.
Otro rollo.